Uiuiui se que más de uno me vais a echar bronca, pero esque no tengo ganas de actualizar el blog, estoy choF y ya está.
En este tiempo que he andado desaparecida no os penséis que e estado sin hacer nada, he ido mucho a la playita aunque sin tomar el sol porque la cara se me llena de ampollitas, he ido casi todos los días a la feria y me lo he pasado genial. Creo que nunca me había pasado una feria así, en comparación con la anterior que tan solo fui un día... pues se ha notado un montón.
Ya me han llamado de la autoescuela para empezar las prácticas, pero todavía lo veo algo precipitado, y porque negarlo, porque estoy muerta de miedo! pero vamos, la semana que viene o la otra no me escapo de empezar a conducir.

Hablando de la receta, la Jibia es una de las tantas cosas que había en el congelador de la casa de mi suegro, y era algo que quería gastar y que no se echara a perder, tenía mi miedito con esta receta pues nunca había hecho nada parecido, pero lo cierto esque quedó buenísima! así que muy contenta que estoy de haber aprendido otra cosita más.



*Ingredientes*
- 1 Jibia de 1 kilo y medio aproximadamente
- 1 Cabeza de ajos ya pelados
- Un poco de Perejil
- 150ml de aceite de oliva
- 75gr de almendras crudas enteras
- 1 vaso de cino blanco
- 1 pellizquito de Colorante alimentario
-1 Hoja de Laurel
- Agua
- Sal



*Preparación*
Para esta receta cogeremos la olla expres que tanto respeto me ha dado siempre. Ponemos el aceite a calentar y añadimos la mitad de las almendras, los ajos y lo sofreimos. Cuando ya lo veamos doradito, añadimos el perejil removemos un poco y lo apartamos a un vaso de batidora. Antes de batirlo le añadimos el vasito de vino y listo para triturarlo.

En el mismo aceite que nos ha sobrado del refrito añadimos la jibia ya troceada con unas hojitas de laurel y dejamos que empiece a coger color. Cuando lo veamos a nuestro gusto añadiremos el triturado de ajitos y almendras, el colorante, la sal y las almendras enteras que nos han sobrado. Dejamos que se reduzca todo un poco para que admita bien los sabores.

Ya es hora de echarle el agua que veamos, algo más de la mitad para que no se nos quede muy dura la jibia. Tapamos la olla y cuando escuchemos que empiece a silbar lo dejamos alrededor de unos 15 minutos.
Retiramos y esperamos a que salga todo el vapor antes de abrir la olla, si vemos que todavía hay mucho caldo dejamos que reduzca un poco.
Si no hemos tenido suerte y vemos la jibia dura para nuestro gusto, tan solo deberemos de echar un poco más de agua y volver a tapar y dejar otros 10 minutos.

Cuando lo abramos y veamos que está al gusto, tan solo dejar reducir hasta que quede con la salsa que más nos guste.